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  • Foto del escritorLidia Del Río Rodríguez

Las raíces son el sustento en la tierra para que las hojas puedan llegar a acariciar el cielo


Lo que somos hoy, como nos movemos por el mundo, nuestro carácter, nuestros intereses, forma de pensar, actuar y vivir, y en definitiva muchos aspectos que hacen que seamos como somos están conectados con nuestra genética y con las experiencias y atención que recibimos especialmente en los primeros años de vida.



¿Cómo podemos acompañar?


La neurociencia está demostrando que el amor, las caricias, el tiempo de calidad son clave: la ausencia o insuficiencia de afecto hace que el desarrollo cerebral inicial se vea comprometido. Este desarrollo se prolonga durante alrededor de los tres primeros años de vida hasta completarse, y de los vínculos afectivos de calidad que se hayan formado durante este tiempo depende la formación de estabilizar las redes neuronales y de conservar las sinapsis. Es durante estos tres primeros años de una persona la época en la que hay un gran aumento de estas conexiones neuronales, por lo que la falta de estímulos puede afectar considerablemente el desarrollo sano de una persona, aunque hay que tener en cuenta que tampoco es saludable llegar a la sobreestimulación. El exceso de estimulación genera estrés y ansiedad por la producción de cortisol, que puede derivar a retrasos en su desarrollo cognitivo, motor y social. También afecta a la creatividad, a su imaginación, al interés por el mundo que le rodea y a la capacidad de asombro.


En ARRELS // raíces // buscamos ofrecer un espacio acogedor, creando un clima de atención y cuidado que se pude llevar a cabo por el grupo tan reducido, recordamos que estamos hablando de un máximo de 4 a 5 pequeños de entre 4 meses y 3 años. El ritmo, espacios y dinámicas se centran en sus necesidades, por lo que podemos parar cualquier momento parar poder atender lo que necesitan los pequeños. Vemos la repercusión de tener tiempo para relacionarnos, para estar realmente presentes y disponibles priorizando lo que realmente es importante.


El contacto es vital para el desarrollo, incluso para la vida en si misma. Es posible que una persona que esté imposibilitada de entrar en contacto con otro ser vivo no pueda sobrevivir. ~ Elsworth Baker

Para leer más sobre este y otros temas de la infancia os recomiendo el libro "Infancia, la edad sagrada" de Evania Reichert.

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